La Fuerza de la 4T

Los hermanos Treviño Morales encabezaron las operaciones criminales de “Los Zetas”. Tras la acusación formal que la Oficina de Asuntos Públicos de Estados Unidos hizo en contra de Miguel Treviño Morales y Omar Treviño Morales, alias “Z-40″ y “Z-42″, respectivamente, por liderar las operaciones criminales del Cártel del Noreste, el embajador Ken Salazar resaltó la importancia del desmantelamiento de organizaciones criminales y la necesidad de que rindan cuentas. Los hermanos son conocidos por su participación en la organización que antes era conocida como “Los Zetas”; sus carreras criminales son similares y ambos, en distintos momentos, llegaron a ser líderes de las operaciones delictivas de “Los Zetas”. ¿Quién es el Miguel Treviño, el “Z-40″? Miguel Treviño, alias el “Z-40″, se integró a la delincuencia desde que era adolescente, al ingresar a una pandilla texana que se dedicaba al narcomenudeo y al robo de vehículos en Estados Unidos. Más tarde comenzó a trabajar bajo órdenes del exlí

 En la época final de los años 90, el Cártel del Golfo emprendió una misión audaz: salir de México en busca de reclutas dispuestos a unirse a su recién concebido brazo armado, liderado por Arturo Guzmán Decena, un exmiembro de las fuerzas especiales mexicanas conocidas como Gafes. Fue en Guatemala donde la organización, bajo la dirección de Osiel Cárdenas Guillén, identificó a un grupo de mercenarios que serían fundamentales como sicarios en la creciente confrontación con el Cártel de Sinaloa. Estos mercenarios eran los Kaibiles, una brigada de Fuerzas Especiales guatemaltecas, análogas a los Gafes mexicanos, que habían abandonado su servicio militar para unirse al crimen organizado en México. "Los Zetas también viajaron al extranjero en busca de sicarios inteligentes, encontrando a los mercenarios más dispuestos en Guatemala, antiguos miembros de los comandos de élite Kaibiles que arrasaban las aldeas rebeldes en la guerra civil", describe el libro 'El Narco' de Ioan

 En los tumultuosos años 90, Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo, buscó dar un golpe maestro para consolidar su poder: fundar un brazo armado feroz y temible. Así, convocó a un joven llamado Arturo Guzmán Decena, apodado 'El Z-1', para liderar lo que eventualmente se convertiría en los infames Zetas. La oferta de Cárdenas Guillén resultó irresistible para Guzmán Decena, quien, deslumbrado por los ostentosos sueldos de los capos del narcotráfico en comparación con lo que ganaba como militar del GAFE, decidió unirse al Cártel del Golfo. Su primera tarea: reclutar a jóvenes, especialmente militares, con la visión de formar una poderosa fuerza capaz de enfrentar a los rivales, en ese momento, el Cártel de Sinaloa. La transición de Guzmán Decena de militar a narcomercenario marcó un hito significativo. Abandonando su vida castrense, se sumergió en el mundo del crimen organizado, desafiando el tradicional esquema de sobornos aceptados por los soldados. El libro 'El

 En los albores de la década de 1990, Los Zetas, el siniestro brazo armado del Cártel del Golfo, se erigieron como el grupo criminal más temido en México, gracias a su origen como un deseo de Osiel Cárdenas Guillén por tener su propio ejército. A diferencia de otros grupos, sus primeras generaciones se destacaron por reclutar hombres con amplia experiencia militar, un rasgo que marcó una diferencia crucial. Bajo la dirección de Arturo Guzmán Decena, alias 'El Z-1', cerca de treinta hombres, todos desertores del Ejército Mexicano, se unieron a este cuerpo de seguridad. Sin embargo, uno de los líderes más despiadados y conocidos fue Heriberto Lazcano Lazcano, alias 'El Lazca' o 'El Z-3', quien ascendió al liderazgo tras la muerte de Guzmán Decena y la detención de Cárdenas Guillén. Como exmiembro del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), 'El Lazca' tenía contactos militares que aprovechó para reclutar a militares de élite, como Juan Sánchez Limón.