La traición de un cártel convierte un estado mexicano en zona de guerra
Un engaño explosivo ha desgarrado a uno de los grupos delictivos más poderosos de México, el Cártel de Sinaloa, y ha desatado una guerra entre las facciones rivales. Cuerpos tirados a la orilla del camino. Balaceras en barrios de lujo. Tractocamiones incendiados en la autopista. Personas sustraídas de sus coches por hombres armados a plena luz del día. Así es como luce cuando la guerra estalla en el interior de una de las mafias criminales más poderosas del mundo, el Cártel de Sinaloa, en la que se enfrentan dos facciones rivales en una sangrienta lucha por controlar un narcoimperio multimillonario. Los últimos años habían sido relativamente calmados en el estado de Sinaloa, en el noroeste de México, donde el dominio de una organización criminal única y cohesionada mantenía las guerras territoriales al mínimo y las tasas oficiales de homicidios se mantenían más bajas que en muchas grandes ciudades de EE. UU. Luego, a finales de julio, se produjo una traición impensable: Ismael “El Mayo