Ahora el Departamento de Estado gringo crítica la reforma al Poder Judicial.
La relación entre Estados Unidos y México, se tensa por las reformas constitucionales mexicanas, han emergido como un tema de preocupación en el Departamento de Estado estadounidense. Aunque desde Washington se ha subrayado el respeto por la soberanía de México, se ha dejado claro que cualquier cambio en la Constitución mexicana no pasa desapercibido en el vecino del norte. Brian A. Nichols, responsable de la diplomacia estadounidense para América Latina y el Caribe, fue enfático al señalar que tanto él como el embajador Ken Salazar respetan profundamente la soberanía de México. Sin embargo, al igual que ocurre entre amigos cercanos, donde las decisiones del otro pueden generar inquietud, Estados Unidos ha expresado sus preocupaciones sobre las reformas constitucionales propuestas en México. Este tipo de declaraciones no son aisladas ni meras formalidades diplomáticas. Reflejan un equilibrio delicado entre dos naciones que, aunque soberanas, comparten intereses económicos, de seguridad