Narcotráfico: La Disputa por Baja California




"Los datos oficiales no mienten: El año pasado, por ejemplo, cerró con 2 mil 185 ejecuciones y por ello, Tijuana se convirtió en una de las ciudades más violentas del país”.


Aliados con el cártel de Jalisco Nueva Generación, la organización fundada por los hermanos Arellano Félix se reposiciona y ahora se enfrenta a las redes del cártel de Sinaloa que, junto con la organización de Los Salazar, pretenden dominar esa entidad, una de las más codiciadas por parte de los grupos criminales. Detrás de estas pugnas sobresale la figura de Enedina Arellano Félix, considerada por la DEA como “la verdadera jefa del cártel”. De bajo perfil, discreta y sigilosa, Enedina se mueve en las sombras: nada de ostentación ni de violencia, suele moverse con un perfil de ejecutiva de alto nivel empresarial. Sin embargo, la DEA sostiene que ella es la pieza clave que ha hecho posible que el cártel no esté extinguido. Así, con más inteligencia que violencia, enfrenta a sus rivales y se sostiene activa en el mundo criminal, donde es conocida como “La Jefa”, según la serie de Netflix que dio a conocer su historia como la primera mujer en dirigir un cártel de la droga.


La disputa por Baja California –una de las fronteras más codiciadas por los grupos criminales –ha desatado la violencia en esa entidad, particularmente en Tijuana, feudo del cártel fundado en los años ochenta por los hermanos Arellano Félix.


El grupo Arellano Félix –conocidos también como “Los Aretes” –opera en las ciudades de Tijuana y Mexicali, pero en esos territorios también están afincados operadores de Nemecio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, e Ismael Zambada García, “El Mayo”. Además, está el grupo de Los Salazar, temibles y violentos, quienes aprovechan el vacío legal de esa frontera para mover cuantiosos cargamentos de drogas, incluidas las sintéticas, actualmente de moda en Estados Unidos.


Debido a su intensa actividad criminal y a la disputa territorial que enfrentan al menos tres cárteles de la droga –Tijuana, Cártel de Jalisco y Sinaloa –el estado de Baja California sigue sumido en una cruenta violencia, a pesar de que la nueva gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, de MORENA, se comprometió a recomponer el desastre que en materia de seguridad le heredó el exgobernador Jaime Bonilla, quien dejó el cargo en octubre de 2021.

Durante los dos años de gobierno de Jaime Bonilla, el estado de Baja California y su territorio más próspero, Tijuana, cuna del cártel del mismo nombre, no experimentaron pacificación alguna. Esta ciudad se ha convertido en una de las más dinámicas en cuanto a crimen organizado, al albergar operaciones de al menos cinco grupos criminales.


Los datos oficiales son claros: el año pasado, por ejemplo, cerró con 2 mil 185 ejecuciones, posicionando a Tijuana como una de las ciudades más violentas del país. Le siguen en esta lamentable lista lugares como Guanajuato, donde la disputa por el tráfico de combustible robado, conocido como “El Huachicol”, desató matanzas y enfrentamientos entre los cárteles Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación, por mencionar solo dos de las confrontaciones más violentas.


Las políticas y estrategias fallidas contra el crimen, la desatención oficial y la corrupción policiaca han vuelto a situar a Tijuana en el epicentro de la violencia en este 2022. Los reportes oficiales indican que este repunte se debe a la lucha territorial entre células dedicadas a la venta de drogas a granel, evidenciando una guerra por el control del mercado.


Además de las problemáticas como el robo de vehículos, el tráfico de armas y el movimiento de drogas de todo tipo, en Baja California han arraigado al menos cinco cárteles: Sinaloa, Tijuana, Cártel de Jalisco, Los Salazar, así como el cártel del Golfo, aparentemente aliados con el grupo fundado por los hermanos Arellano Félix.


La Disputa entre Cárteles


De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, información de la Guardia Nacional y un reporte basado en datos de la prensa de Baja California, las elevadas tasas de criminalidad en la entidad tienen su origen en la expansión del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este cártel ha consolidado su dominio sobre el corredor de trasiego de droga y robo de combustibles, que abarca los estados de Tabasco, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Sonora y Baja California.


La irrupción del grupo liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”, ocurrió cuando el cártel de Tijuana-Arellano, ahora autodenominado Cártel de Tijuana Nueva Generación, entró en crisis tras sufrir bajas significativas. A pesar de varios enfrentamientos, ambos grupos negociaron una tregua y ahora son aliados en la guerra contra el cártel de Sinaloa, que también busca establecer su presencia en Baja California, especialmente en la ciudad de Tijuana, una plaza que ha sido codiciada durante mucho tiempo por el grupo liderado por “El Mayo” Zambada.


La lógica detrás de la guerra entre cárteles en esta región fronteriza radica en que el grupo criminal que controla la frontera impone condiciones en el negocio, obligando a los demás cárteles a negociar para poder cruzar sus mercancías ilegales hacia Estados Unidos.


Un informe policial a cargo del Proyecto de Justicia en México, de la Universidad de San Diego, California, señaló que el Cártel de Jalisco es una rama de Sinaloa que ha logrado ganarse un nombre, consolidar sus redes y emerger como uno de los cárteles más poderosos de México. Esta expansión ha desencadenado niveles alarmantes de violencia.


Cabe aclarar que el Cártel de Jalisco rompió sus relaciones con Sinaloa y ahora opera como un grupo criminal independiente, posiblemente el más violento de América Latina, según han afirmado altos funcionarios de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense.


Preocupante Aumento de Violencia en Baja California


En mayo de 2021, Baja California nuevamente ocupó el lamentable puesto de ser la entidad menos pacífica de México, según reveló el Índice de Paz del Instituto para la Economía y la Paz (IEP).


Los datos del informe señalan que más de 6 mil personas fueron víctimas de extorsiones en 2021. Delitos como el narcomenudeo y la delincuencia organizada en general experimentaron un preocupante aumento. Aunque el secuestro y la trata de personas registraron tasas ligeramente menores, aún queda lejos su erradicación. También se observó un incremento en los delitos sexuales y la violencia familiar, sin que se presentaran reducciones en las estadísticas de robo de vehículos.


El informe concuerda con las evaluaciones oficiales al atribuir el recrudecimiento de la violencia criminal en Baja California, especialmente en Tijuana, a la alianza entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación y Tijuana-Arellano. Esta alianza provocó que el cártel de Sinaloa, su feroz rival, intensificara sus ataques para apoderarse del territorio, uno de los más codiciados por los grupos dedicados al trasiego de drogas.


Después de Baja California y Guanajuato, las entidades más violentas, le siguen Chihuahua, Colima y Quintana Roo. En contraste, Yucatán, que fue una de las ciudades con mayor dinámica de violencia hasta 2016, ahora figura entre las menos afectadas por tercer año consecutivo. Tlaxcala, Chiapas, Campeche y Nayarit, por otro lado, experimentaron un deterioro en sus condiciones de seguridad.


Otro factor que contribuye al incremento de la violencia en Baja California es la separación de un grupo de presuntos sicarios llamado "Los Cabos", que durante mucho tiempo actuaron como brazo armado del cártel dirigido por "El Mencho".


Desavenencias Internas Agudizan la Violencia en Baja California


Los sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se encuentran inmersos en desacuerdos internos que han llevado a su separación. Al tomar esta decisión, perdieron la protección que los resguardaba de los ataques del cártel de Sinaloa, que aprovechó la vulnerabilidad del grupo disidente para lanzar ofensivas en su contra.


El enfrentamiento entre "Los Cabos" y el CJNG desató una ola de violencia en Baja California, particularmente en la ciudad de Tecate, donde se contabilizaron dieciséis ejecuciones. Entre mayo y agosto de 2021, las estadísticas oficiales revelaron un total de 670 crímenes, muchos de ellos vinculados a esta disputa entre cárteles. A pesar de las investigaciones, no se logró detener a los presuntos responsables en ningún caso.


Según un análisis de la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California, la ruptura entre "Los Cabos" y el CJNG evidencia los problemas internos que enfrenta el grupo criminal dirigido por Nemesio Oseguera.


El informe señala que la discordia interna se gestó cuando "Los Cabos" optaron por abandonar la organización debido a desavenencias con la nueva dirección del cártel. A esto se sumó el enfrentamiento entre el CJNG y Sinaloa, uno de los cárteles más poderosos, que lucha por no ser desplazado en el dominio territorial que ostenta en todo el país.


Esta no es la primera vez que el CJNG experimenta una fragmentación. En 2018, tuvo conflictos con el Cártel Nueva Plaza de Guadalajara, su brazo armado. En la actualidad, el Cártel de Jalisco debe enfrentarse a dos frentes: "Los Cabos" y Sinaloa, ya que el grupo liderado por los hijos de "El Chapo" y "El Mayo" Zambada busca establecerse en ciudades importantes como Tijuana, Tecate y Rosarito.


La Batalla Histórica por Baja California: Cárteles y Legado de Violencia


La ambición de expansión de Sinaloa representa un anhelo añejo de Joaquín Guzmán Loera, conocido como "El Chapo". A finales de los años ochenta, cuando Miguel Félix Gallardo distribuyó el territorio, se desató la disputa por la región que el llamado "Jefe de Jefes" cedió a los hermanos Benjamín y Ramón Arellano, sus parientes.


Según el informe citado, el cártel de Tijuana-Arellano solo mantiene presencia en Tijuana, explicando así la disminución de su poder. Sin embargo, es necesario señalar que el cártel no ha sido erradicado. La familia Arellano Félix sigue controlando el grupo criminal que fundaron en los años ochenta y noventa, liderado por los hermanos Ramón y Benjamín Arellano, quienes fueron los más violentos en esa época y terminaron siendo desplazados por rivales después de detenciones y muertes de varios de sus miembros.


Por ejemplo, Benjamín Arellano fue arrestado en Puebla en 2003, durante el gobierno de Vicente Fox, y estuvo encarcelado en el penal de La Palma, Estado de México. Posteriormente, fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por tráfico de drogas.


Ramón Arellano, otro de los líderes más violentos, fue ejecutado en 2002 en Mazatlán, Sinaloa, cuando se disponía a asesinar a Ismael "El Mayo" Zambada, precisamente cuando el capo sinaloense intentaba expandirse hacia Baja California.


Se cuenta que en esa ocasión, Ramón Arellano tomó su arma y su vehículo, un Volkswagen sedán, emprendiendo un viaje desde Tijuana hasta Mazatlán. Al llegar al puerto, se enfrentó a un agente de tránsito por una infracción cometida. Negándose a pagar, intentó matar al policía, quien rápidamente extrajo su pistola y le disparó en la cabeza. En ese momento, no sabía que había eliminado a uno de los líderes más feroces en la historia del narcotráfico en el cártel de Tijuana.


El Trágico Final de Francisco Arellano Félix: Un Crimen en una Fiesta Infantil


Francisco Arellano Félix, al igual que su hermano, experimentó un destino similar. Cumplió una condena en el penal de La Palma y fue extraditado a Estados Unidos. En este país, se le impuso una pena de cuatro años, pero fue deportado a México sin cargos pendientes. Parecía que Francisco Arellano estaba destinado a llevar una vida en libertad, enfocado en negocios y rodeado de socios y familiares. Sin embargo, su buena fortuna se desvaneció rápidamente.


El 18 de octubre de 2013, el hermano mayor de los Arellano se encontraba en el salón de fiestas del conocido hotel Ocean House, en Los Cabos, Baja California. Acompañado de amigos y familiares, asistió a una fiesta infantil para celebrar el cumpleaños de un menor, presumiblemente su sobrino. Francisco ocupaba un lugar en la mesa de honor, junto con otros invitados.


Al atardecer, unos payasos contratados para el espectáculo infantil llegaron al lugar. Mientras comenzaba el show y las risas resonaban entre los comensales, uno de los payasos se acercó a la mesa de honor. Sorpresivamente, sacó una pistola y le arrebató la vida al capo, que no pudo disfrutar por mucho tiempo de su libertad.


Este crimen, sin embargo, no erradicó por completo al cártel de Tijuana. Según datos oficiales, Enedina Arellano Félix, hábil en el manejo financiero, lidera el llamado Cártel de Tijuana Nueva Generación, una organización que ahora opera en alianza con el Cártel de Jalisco, preparándose para controlar no solo el estado de Baja California, sino también gran parte del territorio que durante dos décadas estuvo bajo el control de los Arellano Félix.


Enedina Arellano, La Jefa: Entre las Sombras y el Poder Criminal


Según informes de la DEA, Enedina Arellano Félix ostenta el título de la actual jefa del cártel de Tijuana. Reconocida por su astucia en los negocios y presunta habilidad en el lavado de activos, se convirtió en la heredera del imperio criminal fundado por sus hermanos Benjamín y Ramón (este último actualmente preso en Estados Unidos).


Enedina, según una fuente consultada en Estados Unidos, se distingue por su discreción y no se adhiere al perfil clásico de los capos de las décadas de los ochenta y noventa: sin tigres en el jardín, sin autos Lamborghini a la puerta, sin rifles de alto poder y sin narcocorridos.


Su estilo nunca ha sido el de destacar entre aquel grupo de personajes que, en épocas pasadas, marcaban su presencia con tiroteos y declaraciones de guerra. Las escasas veces que su nombre ha aparecido en la prensa fue en las páginas de sociedad, compartiendo eventos con la clase alta de Guadalajara o de Tijuana, Baja California.


Sin embargo, un día una investigación periodística reveló la verdadera fuente de su riqueza: el tráfico de drogas. Poco después de una implacable persecución contra sus hermanos, en el año 2000, la DEA la señaló como la mujer más poderosa en el mundo del crimen organizado. Desde entonces, Enedina fue considerada la mente estratégica y metódica detrás del cártel de Tijuana.


Aunque pasó años alejada de los reflectores y viviendo en las sombras, la cadena Netflix finalmente desveló el misterio y levantó el velo de discreción que la rodeaba durante años. La serie "Narcos México" arrojó luz sobre su vida, presentando a una mujer que daba órdenes a los sicarios de la organización criminal, que por mucho tiempo fue considerada la más violenta de América Latina.


Aunque el público general no habla de ella, excepto por los comentarios derivados de la serie, para la DEA, Enedina Arellano Félix es la verdadera líder del cártel de Tijuana. Su discreción y sigilo contrastan completamente con el comportamiento beligerante y sin límites de sus hermanos Benjamín y Ramón.







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