Cárteles Mexicanos: El Lucrativo Negocio del Tráfico de Migrantes a EEUU y sus Despiadadas Rutas

 En la encrucijada de políticas migratorias, la frontera entre México y Estados Unidos se ha convertido en el escenario de un oscuro comercio dirigido por los cárteles mexicanos. En un intento por frenar la migración, las administraciones estadounidenses han endurecido medidas, desencadenando una serie de consecuencias que van más allá de las intenciones iniciales.

El controversial Título 42 y los Protocolos de Protección al Migrante ("Quédate en México") impulsaron a miles de solicitantes de asilo a una espera angustiante en la frontera, creando una situación propicia para que el crimen organizado se apodere del ilegal tráfico de migrantes.

Diversos cárteles mexicanos han encontrado en el tráfico de migrantes un negocio sumamente lucrativo. Según la fundación InSight Crime, destacan el Cártel de Caborca, Cártel del Golfo, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel de Juárez, Cártel del Noreste, Cártel de Sinaloa y Los Zetas. Estas organizaciones, además de sus actividades tradicionales como el contrabando de armas y drogas, han diversificado sus ingresos aprovechando la difícil situación de quienes buscan cruzar la frontera.

La investigación revela que cada cartel cuenta con contactos y redes de corrupción institucional que facilitan el traslado de migrantes desde Chiapas hasta diferentes estados fronterizos. Policías estatales, municipales, Guardia Nacional y otras autoridades en puntos migratorios son cooptadas mediante el pago de cuotas.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos estimó que estas organizaciones criminales obtienen hasta USD 500 millones al año por el tráfico de migrantes. Datos de la ONUDD indican que las ganancias totales de los traficantes oscilan entre los USD 5 mil y USD 7 mil millones.

En estados fronterizos como Baja California, Sonora, Coahuila y Tamaulipas, los migrantes han relatado que les cobran entre USD 10 mil y USD 13 mil por facilitar su cruce y transporte hasta ciudades estadounidenses. Incluso el simple "permiso" para cruzar sin guía puede tener un costo entre USD 500 y USD 2 mil.

La vulnerabilidad de los migrantes se agudiza al no contratar los servicios de tráfico. Son extorsionados y obligados a pagar cuotas por el "derecho" de transitar por territorios controlados por cárteles. Aquellos que caen en manos de estas organizaciones enfrentan secuestros con rescates que alcanzan hasta USD 10 mil, según abogados locales consultados por InSight Crime.

Nuevo Laredo se destaca como la ciudad fronteriza con la dinámica de secuestros de migrantes más sofisticada y organizada, revela la investigación. Así, los migrantes, en su búsqueda de una vida mejor, se enfrentan no solo a peligros en sus países de origen, sino también en el tortuoso camino hacia la esperanza, expuestos a las garras despiadadas de los cárteles que han convertido su destino en un oscuro negocio.