Inflación importada, la flexibilización cuantitativa.
La actual escalada inflacionaria que estamos viviendo, no
solo es producto de la guerra en Ucrania, y sus consecuencias en el precio del
gas de y los granos.
Pues los dos países en conflicto son los mayores productores
de cereales en el mundo, y Rusia en es especifico uno de los mayores
productores de gas y principal proveedor del mercado europeo.
El origen tenemos que buscarlo en el 2008, con la crisis
financiera ocurrida en ese año, y que trae sus consecuencias hasta el día de hoy.
Pues los bancos centrales en especial el europeo, y la
reserva federal decidieron impulsar la economía por la vía monetaria,
expandiendo la oferta, inundando de euros y dólares el mercado, en particular
el financiero.
Los grandes beneficiados de esta política, fueron los mismos
de siempre, los grandes grupos financieros y las empresas globales, que
aprovecharon para hacer grandes recompras de sus propias acciones.
Así empresas como Microsoft, Alfabet, Meta, Tesla, Amazon o los grandes holdings financieros recibieron miles de millones de dolares, con el propósito de impulsar el crecimiento económico, pues ya saben, que si a las grandes empresas les va bien, el resto de la economía será arrastrada por el mismo camino.
Cierto es que algo llego a los hogares norteamericano, pero no tiene comparación con lo destinado a esos grupos financieros. Sin embargo lo destinado a los grandes grupos financieros es mucho más de lo que las familias recibieron.
Ahora el mundo entero paga la fiesta, con la inflación, pues
hay muchos dólares en circulación, y con ellos se hacen menos transacciones,
Rusia ya hace las ventas de su gas en rublos, y cada vez más países encuentran
innovadoras formas de pago.
Ante la falta de certidumbre con respecto al dolar, cada vez los agentes económicos buscan hacer sus transacciones comerciales con otros medios de pago.
La era del dólar como moneda hegemonica se está acabando.
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