Los Mayos están ganando: la guerra interna del narco en México. Según el periodista Jorge Fernández Menéndez

La facción de Los Mayos, encabezada por Ismael Zambada Sicairos, conocido como El Mayito Flaco, ha logrado tomar ventaja en la disputa contra Los Chapitos en Sinaloa. Este enfrentamiento, sin embargo, va más allá de una simple venganza o la disputa de una plaza: se trata de una reconfiguración completa del panorama del crimen organizado en México, justo antes de un cambio de administración federal.

El motivo detrás del conflicto

No es sólo por la captura de El Mayo hace dos meses. La guerra actual tiene como objetivo redibujar el mapa de poder criminal en el país. La lucha de Zambada y sus aliados se ha extendido a varias regiones más allá de Sinaloa, buscando consolidar un nuevo orden en el mundo del narcotráfico, especialmente con la posible conclusión de la política de "abrazos, no balazos" y el aumento de la presión desde Estados Unidos, tanto bajo la administración de Joe Biden como de figuras como Kamala Harris y Donald Trump.

La clave del éxito de Los Mayos

El hijo de El Mayo ha tejido una red de alianzas con antiguos enemigos de Los Chapitos. Este frente común contra Iván Archivaldo Guzmán ha sido fundamental para debilitar la posición de los herederos de Joaquín El Chapo Guzmán, especialmente tras la entrega de Ovidio y Jesús Guzmán López a las autoridades de EE.UU., donde ahora colaboran como testigos.

Entre los nuevos aliados de El Mayito Flaco se encuentran:

Los Rusos de Baja California

Los Salazar del norte de Sonora y Chihuahua

Los sucesores de los Beltrán Leyva, como El Chapo Isidro, un viejo enemigo de Los Chapitos con gran influencia en Sonora

El Cártel de Caborca, liderado por la facción de los sucesores de Rafael Caro Quintero.

Estas alianzas han permitido a Los Mayos ganar terreno, mientras que Los Chapitos se enfrentan a varios frentes de batalla en estados como Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Chiapas, donde luchan contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esta sobreextensión ha dificultado que puedan reclutar más sicarios en Sinaloa y están siendo superados en número y poder de fuego por sus adversarios.

El papel de la última cumbre

Antes del inicio de la guerra, se celebró una cumbre entre los principales capos, a la que Iván Archivaldo no asistió por temor a ser traicionado. En ese encuentro, se acordó la ofensiva contra Los Chapitos, similar a la reconfiguración que se vivió en 2008 tras la caída de Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, y el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, el hermano menor de El Señor de los Cielos. En esa ocasión, los Beltrán Leyva buscaron aliados para enfrentar a El Chapo, como ahora lo hace El Mayito Flaco contra sus primos.

¿Qué viene después?

El futuro del narcotráfico en México sigue siendo incierto. Aunque Los Chapitos han recuperado el apoyo de su tío Aureliano Guzmán en esta lucha, las alianzas de Los Mayos podrían no durar mucho. Incluso el CJNG, con su propia agenda y en medio de un proceso de sucesión interna, no es un socio confiable a largo plazo.

Se avecina un periodo prolongado de inestabilidad y confrontación hasta que se defina el nuevo orden. Sin embargo, esto también podría representar una oportunidad para la próxima administración federal, que tomará el poder el 1 de octubre. Si decide actuar con fuerza contra todos los cárteles simultáneamente, podría aprovechar este momento de reacomodo para debilitar a las principales organizaciones criminales.

Lo que parece seguro es que Sinaloa y Chiapas serán dos de los principales focos de atención, pues actualmente son los estados con menor gobernabilidad y los principales escenarios de esta guerra entre cárteles.