El Precio de la Libertad: Las 'Ofrendas' de El Mayo Zambada por la Liberación del Líder de Los Chapitos

 En el turbio trasfondo del crimen organizado en México, la liberación de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de Los Chapitos, fue sellada con millonarias 'ofrendas' entregadas por El Mayo Zambada, según revela el testimonio de Sergio Villarreal Barragán, alias "El Grande". Este episodio, que se remonta a 2005, antes de que Estados Unidos pusiera precio a la cabeza de Iván Archivaldo, destapa una red de complicidades entre el Cártel de Sinaloa y altas autoridades mexicanas.

Cuando la Policía Municipal de Zapopan detuvo a Iván Archivaldo por una simple infracción de tránsito, se desencadenó una serie de eventos que llevarían al Cártel de Sinaloa a desembolsar millones de dólares y ofrecer 'ofrendas' estratégicas para asegurar la liberación del hijo de El Chapo Guzmán. El entonces director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Genaro García Luna, fue clave en este proceso, según testimonios recogidos en el libro "El Licenciado" de Héctor Inzunza.

La relación entre García Luna y el Cártel de Sinaloa se fortaleció aún más cuando El Mayo Zambada se reunió personalmente con él en Durango y le entregó una suma significativa de cinco millones de dólares. Pero las 'ofrendas' no se limitaron al aspecto financiero. Con el objetivo de construir la imagen del 'super policía', el cártel facilitó la detención de más de 300 narcotraficantes menores entre 2005 y 2009, contribuyendo así a la ambición de García Luna de convertirse en director de la Policía Internacional.

Entre las 'ofrendas' figuraban nombres destacados del mundo criminal, como los operadores financieros Julio Alberto Zazueta Angulo y Zulema Iribe Sauceda, así como el jefe de plaza del Cártel de Sinaloa en Monterrey, Roberto Barbosa Solís. Incluso un primo hermano de El Chapo Guzmán, apodado El Canelo, fue parte de este oscuro intercambio, siendo detenido por la Policía Federal y el Ejército mexicano.

La liberación de Iván Archivaldo también involucró negociaciones técnicas para reducir sus cargos. Aunque inicialmente enfrentaba acusaciones por fomento al narcotráfico, delincuencia organizada y lavado de dinero, García Luna logró presionar para eliminar dos de estos cargos, permitiendo al líder de Los Chapitos recibir una condena de solo cinco años, de los cuales cumplió tres, sin riesgo de extradición a Estados Unidos.

Esta historia de complicidades y 'ofrendas' fue un preludio a la guerra desatada por Los Chapitos más de una década después, cuando se enfrentaron por el control de las rutas de droga del Cártel de Sinaloa, desencadenando una lucha que aún resuena en los valles de Mexicali y San Luis Río Colorado. El oscuro pacto entre el crimen organizado y las autoridades revela las complejidades y los compromisos que subyacen en el mundo del narcotráfico en México.